En este mundo hay dos maneras de sentir una buena máquina, una quizá sea tener una HARLEY DAVIDSON entre las piernas, y la otra, sin duda es tener un SEAT 600 debajo del culo.

Yo pienso que quien no se ha metido 600 ó 700 Km. de un tirón en pleno mes de Agosto, por ejemplo, de Valencia a Extremadura y cuando apenas existía el asfalto en las carreteras, no sabe lo que es el placer de conducir, y sobre todo haciéndolos con tu chica al lado y detrás el cuñado de turno que a su vez compartía asiento con el equipaje de los tres, y te puedes imaginar lo placenteramente que iba sentado, yo nunca le puse baca a mi bólido pues a mi eso de la baca me era antiestético y sobre todo antideportivo.

Me río yo de ese anuncio de la T.V. que decía ¿Te gusta conducir?.

Que maravilla de coche, sobre todo en aquellos años de juventud.

 

 

Aquí está la maravilla, que bonito, se me cae la baba al verlo y recordarlo, ¿donde estará hoy en día?.

Tenía matrícula de Madrid, M-605737, era un Seat 600-D y estaba quemado cuando lo adquirimos, se había pegado fuego el motor y se quemó toda la parte trasera en su totalidad, lo compró mi novia, y yo como mecánico de automóvil, me gasté la pasta y lo restauré por completo, motor, cambio de marchas, suspensiones, frenos, dirección, chapa, pintura, en fín, todo, todo, todo y ya veis como quedó, ¡¡PRECIOSO!!

 

 

Y aquí estoy yo con veinte años y mi Seat 600, acabadito de restaurar, en la foto aún no tiene el volante Ranz deportivo y las llantas de aluminio que vendrían después.

 

 

Y aquí mi chica, ¿Que bien le queda el 600 verdad?, hace juego con el color de sus ojos.

 

Hasta siempre amigo, continuaras a diario en mi pensamiento.

 


Subir